En el Parque Las Heras, comprendido entre las calles Coronel Díaz, Salguero, Juncal y Av. Las Heras, debía proyectarse el Auditorio de la Ciudad de Buenos Aires.
Este proyecto, primer premio de un concurso en 1971, plantea como hipótesis la creación de un paisaje artificial integrado al parque mediante el atravesamiento entre las grandes salas de conciertos por espacios abiertos recorribles. Esa revisión del concepto de espacio privado/publico, abierto/cerrado, forma parte de un ideario ya expresado en ese periodo en distintos proyectos del estudio, interesado en el enriquecimiento del espacio urbano.
La solución organizativa del conjunto se basa también en el corte, jerarquizando la necesaria independencia estructural y acústica de las Salas, concebidas como apéndices libres de una trama que aloja los otros locales propios de las orquestas que acceden a los escenarios horizontalmente desde sus camarines, así como el publico que se desplaza horizontalmente desde las calles a las amplias plateas.
Allí se expresa la preocupación por la relación entre la trama y la perturbación.
El programa se clasifica en salas de conciertos y ensayo, y locales emblemáticos.
1970